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Se trata de un centro unitario de Ocio Cultural de Alta Calidad y Actividades Comerciales Complementarias que gestionaría espectáculos artes escénicas, música, gastronomía, cine y espectáculos en vivo, y que pretende garantizar y cualificar la actividad urbana que generaría esta significativa propuesta de nueva centralidad de la ciudad, y potencie la relación urbana de esta actuación tanto con el “Paseo-Salón” de la calle Alcazabilla y la Plaza de la Merced, como con la importante referencia paisajística de los lienzos de la muralla de la Alcazaba que conforma su “telón de fondo”.

La propuesta hotel + museo integrado y aparcamiento en un único edificio sugiere la construcción de un único volumen en sustitución de las antiguas edificaciones correspondientes a Astoria-Victoria. Se trata de un cuerpo arquitectónico constituido en la parte izquierda, según se mira desde la Plaza de la Merced, por un hotel que presenta habitaciones sólo hacia la calle Victoria, con una estrecha crujía y una fachada trasera libre que se adecúa a las exigencias del espacio público. El resto de la edificación consiste en un volumen de una única planta sobre rasante. La pequeña altura del edificio permite que el lado oriental de la Plaza de la Merced se vea ocupado por la presencia de la ladera sur del monte Gibralfaro y de los cubos y lienzos de la muralla de la Alcazaba.

La propuesta realizada se corresponde con la creación de un complejo de actividad cultural y de servicios para el ciudadano denominado Casa de la Música. Dentro del ámbito funcional, incorpora un amplio espacio de representación sinfónica que colmata el corazón del edificio y actúa como foco que apoya la generación de otros usos como ser salas de ensayo y eventos musicales, aularios de formación, sala de actividades y exposiciones temporales de la Casa Natal Pablo Picasso y usos de servicio. La intervención propuesta se expande e interactúa con el entorno mediante la creación de espacios destinados a la interpretación al aire libre en la Plaza de la Merced.

El proyecto tiene la cualidad de facilitar el cambio de uso gracias a la regularidad en su estructura que facilita la organización interior en las que las actividades promovidas por los ciudadanos tienen una importancia esencial. Su aspecto cambiará parcial o totalmente a voluntad de sus habitantes gracias a compartimentaciones interiores móviles que permiten un uso ilimitado del espacio. Se pretende crear un espacio social, de relación y de encuentro, continuamente modificable, integrando todo aquello que permita construir distintas situaciones. Se trata por tanto no sólo de un complejo arquitectónico sino de un dispositivo urbano, que se concibe constructivamente como un campo de juego. En definitiva se crea un contenedor de acciones, situaciones y acontecimientos.

Se trata de la casa de la cultura del siglo XXI sencilla, específica y polivalente. Un edificio multifuncional de gran rédito y utilidad cuyas características fundamentales son las sinergias de usos culturales compatibles, la polivalencia de los espacios en relación a la gran capacidad de transformación, la integración de la vegetación creando un entorno saludable y confortable, y las cualidades materiales que potencian la interacción de las personas con la ciudad.

El nuevo centro social-comercial-cultural “Astoria-Victoria”, será el resultado de la interpretación de la propia historia y de los elementos urbanos y topográficos que la circundan, dando lugar a una nueva arquitectura que surge de la evocación de aquellas circunstancias. Se trata de un espacio orientado a la producción, investigación, difusión de la actividad ciudadana, tanto diaria como de futuro y del ámbito de confluencia entre diversas acciones y actitudes. Se busca cambiar la figura del espectador-visitante al de actor, facilitado por la presencia de un lugar en el que se posibiliten las conexiones y relaciones comerciales y profesionales entre personas.

El proyecto Soporte Cultural propone un punto de encuentro, y a su vez, de confrontación entre la respuesta arquitectónica definida y cerrada (soporte), y una respuesta programática indefinida y abierta (cultura). El proyecto pretende huir de la imagen para ser verdaderamente atemporal. Para esto, es necesario que sea indeterminado, sin uso predefinido, donde llevar a cabo cualquier tipo de actividad propuesta por sus usuarios potenciales, los cuales son los portadores del acto cultural. La estructura consiste en un sistema de vigas y pantallas de hormigón que sustentan dos grandes planos horizontales conectados con el espacio público mediante escaleras mecánicas. La envolvente consiste en un sistema formado por dos muros cortina que permite el ahorro energético y el aislamiento acústico. Se propone la utilización de un sistema de autoconstrucción espacial que tiene como objetivo dotar de la máxima autonomía a las acciones culturales de los usuarios.

El uso propuesto para el edificio es un Centro Networking, mercado gastronómico, auditorio, mediateca y sala de exposiciones para la Fundación Picasso. La idea principal del edificio consiste en la superposición en altura de una serie de bandejas diáfanas, adaptables a un programa cambiante, sustentado por una estructura libre de pilares. La envolvente del edificio es entendida como un elemento muy ligero que permite la relación visual del edificio con su entorno. Bajo la pretensión que el edificio dialogue con la Alcazaba, se toma la determinación de insertar dentro de este espacio diáfano, tres cajas cerradas que vendrían a reinterpretar los torreones de la muralla que pasaba por el solar y que albergarán el programa técnico del proyecto. Por su parte, la planta baja es entendida como la continuidad de la Plaza de la Merced dentro del edificio, un espacio diáfano abierto y polivalente que servirá de punto de encuentro de los diferentes viales que acometen al edificio.

El proyecto propone la construcción de un Centro Gastronómico que incluye un Mercado y una Escuela de Cocina y Hostelería. El conjunto alberga varias actividades compatibles relacionadas con el uso comercial y terciario contando además con un salón de usos múltiples y reserva de espacio para la Fundación Picasso. El edificio ofrece una espalda en apariencia más cerrada hacia el monte de Gibralfaro donde los huecos se estudian y se ubican en aquellos puntos donde las vistas resultan de mayor interés y una cara más permeable de vidrio y lamas hacia la Plaza de la Merced permitiendo vistas continuas y sin interrupción, poniendo de manifiesto la relación del edificio con el espacio público. El espacio central contiene las circulaciones generales y en la cubierta se crea una gran terraza con vistas al paisaje circundante.

El proyecto da un mirador a la ciudad. Conecta la Plaza de la Merced con un gran mirador público a través de un paseo pautado, prolongación de los recorridos urbanos que confluyen en el lugar. Una calle interior que ofrece ventanas a la historia de la ciudad vinculando la cota romana con la Málaga actual, la de nuestro tiempo. Se plantea devolver a la ciudad la cota en la que descansan los restos romanos y la Iglesia de Santa Ana. Las trazas de la ciudad actual y las antiguas trazas de los vestigios arqueológicos son tomadas como ejes de la intervención. El edificio se hace permeable a la plaza. La calle interior se plantea como un paseo ascendente con paradas desde las que se muestran visuales sesgadas de los monumentos más significativos de la ciudad. El edificio funciona como lugar que conecta calle y mirador, pasado y presente.